El día más triste

Si, pasó lo peor, en este momento no hay respuestas, y pareciera que todo es una simple pesadilla de la cual millones de hinchas quisieramos despertar, pero no, es la realidad, estamos condenados a jugar por lo menos una temporada (si no son mas) en el torneo Nacional B, es el dia más triste en 110 años de historia, y francamente en este momento el ánimo no esta para analizar ni buscar culpables, mañana o pasado va a ser momento de empezar a hacer la larga lista de personas que condenaron a River a esta situacion. Es un dolor muy grande, no solo para nosotros los hinchas, sino también para algunos jugadores que se los vió destrozados en el campo de juego, no quiero hablar mas, la verdad no puedo, se analizará cuando corresponda pero mientras tanto y por ahora no más palabras.

Jueguen por nosotros, estamos con ustedes

Menos de 24 hs, en menos de 24 hs se define nuestro destino, nuestro pasado, presente y futuro, 11 contra 11, 60.000 personas alentando, y 1 ilusion, Por favor River! Haganlo por nosotros, QUE ESTAMOS CON USTEDES

A TODAS partes siempre VOY CON VOS!♪

El fracaso en su máxima expresion (Catarsis)

Es dificil empezar a hablar ya con algunos numeros puestos, por el contrario de que pareciera facil hablar con el "diario del lunes" es dificil porque uno de verdad no sabe por donde empezar, no sabe si buscar culpables, situaciones, números, resultados, sea como sea, hoy no podemos negar la realidad, y NUESTRA Realidad se define este miercoles y el proximo domingo.

Hoy en dia, si tengo que hacer un analisis, vamos por parte.

• Futbolistico: Un River pobre, carente de todo, de ataque, de defensa, de juego, un director tecnico CAGON que no sabe parar a un equipo y que jugó siempre a buscar los empates en todos los partidos, cosas que uno la verdad no entiende, a pesar que no vi jugar al River de "La Maquina", no vi al Enzo, no vi al River de Ramon, pero estoy seguro que sé lo que es River, y ESTO NO ES RIVER. Lamentablemente, muchos como yo, somos hinchas que nos tocó ver a la peor generacion de jugadores que pudo tener este club, la epoca mas oscura de toda nuestra historia, una época de jugadores en su mayoria, mercenarios, peseteros si se quiere, algunos me dirán "poco memorioso" y no, la verdad que no me olvido, pero tampoco se puede vivir de la historia, y si ellos hoy se fueron insultados y agredidos de la cancha, pienso que ellos se lo buscaron, la gente los banca siempre, y siempre esta el aliento incondicional de la hinchada, pero llega un momento que de tanto dilatarse la situacion explota, en todo sentido, es entendible el enojo del hincha por tener a un director tecnico que no sabe parar a un equipo, a pesar de haber hecho una no mala campaña de 57 puntos. Pero bueno, tenemos jugadores que lamentablemente no saben o no conscientes de la camiseta que defienden, que no saben que se estan jugando por 110 años de historia.
• La gente: River siempre tuvo gente, siempre estuvo, siempre lo apoyo, para bien o para mal, la gente estuvo, y hay posturas que uno de entrada no entiende, pero si uno se pone a pensar, hay muchas posturas y casi todas entendibles, y pienso que lo de hoy, no fue enojo, no fue ira, fue bronca, impotencia, el hecho de saber que vos estas ahi, apoyandolo y ellos no te devuelven ni el 20% de lo que vos le das con tu amor y tu aliento
• Culpables: Muchos diran, AGUILAR, y si, pero es una lista bastante larga de culpables de toda esta situacion, empezando por los jugadores que defienden la camiseta, todos los planteles, despues sigue la CD, obviamente, Aguilar, Israel, Passarella, TODOS, los DT: Simeone, Gorosito, JJ, Cappa, Astrada, una sucesion nefasta de directores tecnicos, y cuerpos tecnicos de pocas luces, que no supieron usar excelentes jugadores y tomaron decisiones erroneas en momentos equivocados. Los socios, también tienen su cuota de culpabilidad, porque obvio, ellos votaron a nuestros presidentes (y al señor Aguilar, no una, sino 2 veces)
• La Barra "Brava": Sin palabras, no vale la pena hablar de ciertos mercenarios que cuando hacen algo lo hacen "por River" y despues lucran con el sentimiento del hincha revendiendo entradas.

Definitivamente, estamos en nuestra peor época, ¿cual es la solución? Alentar? Siempre lo hicimos y nunca nos devolvieron ni la mitad de lo que nosotros les damos. ¿Abandonar entonces? NOOOOOOOO, No vayamos a los extremos que nunca son buenos, tenemos que demostrar lo que "Es river en las malas" Aunque ya lo hayamos hecho, no tenemos que dejar de seguirlo. Y por mas que hagamos lo que hagamos, nosotros no jugamos, en la cancha son 11 contra 11. Hoy, en este momento, no queda otra que esperar y seguir a la espera que nos devuelvan algo de lo que les damos.

Ahora mas que nunca estoy con vos

Soy ese que todos tildan de enfermo. Ese que para muchos es un loco, un desubicado. Ese que el día de la madre se va de viaje todo el día a ver al Millonario. Ese que no tiene ni un poco de respeto, que le importa más River que su propia familia. Ese desagradecido soy yo.
Soy ese exagerado que se encerró a llorar tantas veces por un "simple partido". Ese estúpido que con tanta violencia y sangre que hay en el fútbol de hoy, arriesga su vida cada vez que va a la cancha. Ese que se mete en problemas sin necesidad, el gil que protesta cuando ve una injusticia en su club en lugar de callarse la boca y evitar problemas.
Soy ese que arruina su cuerpo tatuándoselo para toda la vida. Ese que nadie entiende, nadie que no sea como yo, otro enfermo como soy yo. Otro de esos con los que yo me junto. Esos vagos que llevan la misma vida que yo. Esos inmaduros que hacen lo mismo que hago yo pero desde hace años, los que tienen una vida perdida. Los que dejan a su hijo en la casa con alguien cuidándolo para ir al mismo lugar que van desde que los llevaba el viejo. Esos irresponsables que se escapan del laburopara ir a un partido. Los que le mienten a su propia mujer y se van con su verdadero amor.
Soy el que va en contra de la lógica. El que se pone la camiseta cuando su equipo pierde y sale a la calle con la cabeza bien alta. Soy ese que no se impresiona fácil, el insensible que nada lo emociona pero que se le sale el corazón cuando se infla la manga y estalla un estadio entero junto a él.
Soy ese olvidadizo, ese colgado que tiene poca memoria y no se acuerda lo que hizo la semana pasada, pero que se va a llevar a la tumba esos momentos inolvidables de años pasados que vivió en una tribuna. Soy ese que odia la historia y no le interesan ni los orígenes del propio lugar donde nació, pero que vive la historia de su club como un legado de sangre. El que siente como a un padre al señor que fundó su club hace más de 100 años.
Ese que nunca tuvo nada tan claro como lo que siente pero desde que lo siente todavía no encuentra la forma de explicarlo.
Soy el que nadie entiende, y sabe que nunca lo van a hacer, por eso pide que ni lo intenten. Soy el que encuentra una sola palabra para describir lo que es.
Simplemente soy de River, eso es lo que soy.

"En las malas MUCHO Más!"

River no entró al purgatorio el domingo, hace más de una década que vive en él. Viene  pagando errores de un  pasado turbio y un presente caprichoso y hostil del que habrá que revisar cierta tendencia al aislamiento -cuánto menos- de la actual conducción. Jugando así, ni siquiera encadenándose a los milagros, parece tener merecido el paraíso de la permanencia en la primera categoría. Una suerte de delirium tremens futbolístico parece haber poseído al equipo desde el empate con Gimnasia a la fecha, que de caminar por un sinuoso camino se llegó a un abismo insospechado y casi imposible de saltar.

 

Este nuevo tocar fondo. Toda vida trae implícita la idea de un viaje. Así pensó Dante Alighieri su Divina Comedia. Dante (lo humano), Beatriz -su amor- (la fe), Virgilio, el poeta (la razón). Para salir del purgatorio necesitó no sólo lavar sus pecados sino encadenarse a los milagros. La única luz, el único fuego encendido de hoy que sostiene a River es nuestra esperanza, nada más. Este River absolutamente irracional, absurdo, no es River. Perdió de repente la cordura y la mesura y el domingo, definitivamente,  enloqueció. Ese “quemar las naves” del segundo tiempo. Esa trilogía de centroforwards amuchados, quitándose espacios. Esa descompensación en la que se cayó de manera casi inverosímil, luego, de tanto elogio a la moderación. Con Almeyda, bisturí en mano arrancándose el corazón tirándolo en la gramilla para el contagio. Le crecieron alas de sus arterias, el gol nació de su ventrículo y de sus aurículas se desparramó el coraje.  

Empujo a un equipo partido, roto, abierto, que afortunadamente logró romper “el muro” que le opuso el Sabalero y rescató un punto que hoy por hoy sólo parece ser decorativo. ¿Cómo sostenemos este sentimiento de pertenencia? Nada, este amor desfigurado por el desconcierto es nuestro genio amor. River no entró al purgatorio el domingo. Fueron 248.700.000 dólares malgastados en jugadores zombies durantes diez años. Y es también hijo de la cruda e híper realista  pobreza franciscana con que se encaró este 2009. Aquí estamos, jugando al tinenti con granadas. Aquí estamos tanteando no pisar las bombas del camposanto minado. Donde soñaron un redondel herrumbrado despedazado de hormigón. Se elevará eterna nuestra pirámide ovalada de Núñez. Allí donde nos profetizan un camposanto lleno de cruces. Se elevarán en ramas cincuenta mil brazos para clavar nuestras uñas en las tumbas de la gloria. Estuvimos alguna vez allí, claro. Sin saber jamás que es la vigilia o el sueño, la vida o la muerte. Esta pulsión llamada River. ¿Es algo que viene del infinito o de adentro de nosotros mismos?

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Aquí estamos, sin poder discriminar demasiado si este temblor que llevamos en el cuerpo es del frío de nuestros huesos, la rabia o la emoción. Con nosotros, no. No hay clase B para esta multitud. ¿Fantasma de qué? Que no haya terrores terrenales porque no hay muerte, cuando hay muerte enamorada. Sigo con mi garganta anudada, cerrada, pero no hay confusión posible: que la misma soga que hoy me asfixia es la misma con la que voy a estrangular el pánico. Este dolor en el pecho, tan parecido a la angustia es un derrame de lava volcánica en erupción. La líquida banda roja que nos quema es donde se fragua la invencible espada con que cortarle la cabeza al espanto. Que sea igual a la que usó París para matar al valiente Héctor.

Allí quedarán vencidas todas las infamias del inconciente que nos quiere plantar otro destino. Sea como fuere, River siempre estará en el Olimpo del fútbol mundial. Se olvidan que el amor es inescrutable. No podrán contra su poderosa vida. No. Los amores cobardes no llegan a amores. No se le puede ganar a la sonrisa de un país de niños que aman las pisadas de Lamela.

 

¡Con nosotros, no! Soy de River. El más campeón, el de casi 110 años de gloria y algunos días adversos. Acá donde la historia del fútbol dejó rastros de templo sagrado. Acá donde la tempestad querrá fisurar sus cavernosas grietas y sin embargo la  masa humana se hará pared. Acá volarán papelitos como gorriones para aterrizar en pistas de colchones de letras de molde. Que nadie se detenga, ni se aparte. Que no vengan abatidos sino latidos y tambores. Allí quedarán vencidos todos los  fantasmas.

 

En las tumbas de la gloria, tantas veces sembradas y tantas veces gambeteadas por nuevas flores. Nuestro corazón volverá a florecer una y otra vez, infinitas veces.

Gracias a la chispa River, esa manera de darnos vida  eternamente, tan explosiva e insensatamente. El que acepta su locura cree en los milagros.

El peso de la historia, el respeto ganado

"¡Vamos que ya está, faltan cinco!". Una frase resume todo. Fito Páez, en una de sus canciones, dice que todo "es sólo cuestión de actitud", ésa que no tuvo River para ser protagonista en Bahía Blanca. Desde el banco de suplentes llegaron las seis palabras tristes para lo que representa la historia de la banda roja. Es cierto que JJ López sumó una cantidad importante de puntos y concientizó al plantel sobre la crisis, pero el discurso pasó de lógico a cauteloso por demás.

River no sabe lo que es luchar para mantener la categoría, pero la realidad refleja una crisis impensada para muchos. Quedan nueve unidades en juego y todavía se puede evitar la Promoción. El próximo domingo, Colón visitará el Monumental, que seguramente estará colmado. Dos días antes se enfrentarán Arsenal y Olimpo, rivales directos. Los dirigidos por JJ López ya no dependen de sí mismos, pero aún están de pie, siempre y cuando asuman el protagonismo que exige una historia de 110 Años

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